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Problemas de la visión binocular
Susanna Zaraysky, autora del One-Eyed Princess (La Princesa de un Solo Ojo)
Hoy les voy a hablar sobre la falta de conciencia sobre los problemas de la visión binocular.
Cuando la gente ve con ambos ojos, tiene visión binocular. Si alguien usa un sólo ojo, tiene visión monocular.
Se sabe muy poco que hay una porción significativa de la población que no ve con ambos ojos o que tiene problemas para usar ambos ojos juntos.
Las estimaciones muestran que alrededor de dos a cinco por ciento de las personas, como yo, tienen ojos asimétricos. Tenemos ambliopía, comúnmente denominada “ojo perezoso” o estrabismo, conocida como “bizquera” o ambas afecciones. Incluso cuando ambos ojos son simétricos, pero uno es mucho más débil que el otro, una persona puede tener ambliopía.
Incluso si ambos ojos están funcionando, el cerebro no puede procesar la imagen de ambos ojos para fusionarlas y crear una imagen 3D (Tridimensional). Un ojo ve un objeto en un lugar y el otro lo ve cerca. Para evitar la visión doble, el cerebro cierra la visión de un ojo y procesa la visión del otro o el cerebro cambia muy rápidamente de un ojo al otro. Como resultado de ver con un solo ojo, no vemos en 3Dimensiones. No tenemos percepción de profundidad.
Los problemas de visión binocular también ocurren en aquellos que no ven de un ojo, tienen alguna forma de cataratas, nistagmo, una lesión cerebral traumática o tienen otras afecciones.
Yo nací estrábica. Como se puede ver en esta foto, nací con los dos ojos mirando en diferentes direcciones. A los tres años, tuve mi primera operación para enderezar mis ojos y esa operación me dejó con un ojo errante. Cuando miraba a personas, ellos no sabían a cuál ojo mirar porque un ojo los miraba y el otro ojo estaba desviado. Tuve mi segunda operación a los 17 años para enderezar mis ojos. Desde esa operación, mis ojos parecen estar enderezados. Pero todavía soy estrábica porque mis ojos no son simétricos.
Cuando era niña, solía pensar que tenía una visión mágica.
Por las mañanas, antes de calzarme las gafas, gruesas como una botella de Coca, miraba objetos junto a mi cama y los objetos se movían. Pensé que los estaba moviendo con mi poder mágico. Pensé que podía mover los objetos telepáticamente. Lo que en ese momento no sabía, era que mi cerebro estaba cambiando de un ojo al otro y cada ojo veía el objeto en diferentes lugares.
Después de mi segunda operación, pensé que podría ver como todo el mundo porque mis ojos se veían rectos y ya no veía objetos moviéndose. Había tomado pruebas de la vista en la escuela y en el Departamento de Vehículos Motorizados para obtener mi licencia de conducir. Yo pasaba las pruebas porque solo tenía que leer un simple tabla para un ojo. No había exámenes para la visión binocular.
En el área de San Francisco, fui a un oftalmólogo, a un neuro-oftalmólogo, un médico especializado en los ojos y el cerebro. Todos ellos se especializaban en temas de visión binocular. También había consultado sobre mi salud a optometristas y a un neurólogo. Cuando viví en Buenos Aires, Argentina, fui al Hospital de Ojos. Todos estos médicos sabían que yo tenía estrabismo. Ninguno de ellos me preguntó si tenía problemas para conducir, leer, hacer deportes que me obligaban a golpear, patear, tirar o tomar una pelota, bajar escaleras, si había descubierto que era muy torpe, si tenía problemas para verter líquidos y si tenía una mala coordinación mano-ojo. Ni tampoco habían probado con lentes polarizadas o gafas de color rojo-verde ni me informaron del impacto de mi falta de percepción de profundidad.
Mi ignorancia no fue una bendición.
No entendía por qué mi corazón latía tan rápido cada vez que tenía que unirme a la autopista o por qué me era tan difícil estacionar en forma paralela y por qué trataba de evitar conducir por la noche. Nunca entendí por qué me aferraba a la barandilla cuando descendía una escalera como una anciana. Necesitaba sentirme donde estaba en el espacio. De lo contrario, me era difícil ver la distancia de un paso a otro.
Leí un artículo del Dr. Oliver Sacks en la revista The New Yorker sobre Sue Barry, quien también, como yo, había nacido estrábica y desarrolló la visión 3D mediante la terapia de visión binocular. Me quedé impactada. Llevé el artículo a mi optometrista y le pregunté, “Doctor, ¿soy como esta mujer? ¿No veo en 3D?” El optometrista realizó un par de pruebas, con gafas 3D y gafas polarizadas e imágenes en 3D. No podía ver la distancia entre una imagen o la otra. El optometrista dijo: “No tienes percepción de profundidad.”
Estaba furiosa porque ningún doctor nunca me había dicho que yo era parcialmente ciega y de cómo esta ceguera impactaría en mi vida.” Finalmente, entendí por qué me era tan difícil conducir, por qué era tan torpe como pareja en diferentes bailes y deportes.
No veía dónde estaban las pelotas en el espacio. Si estaba tratando de golpear una pelota de tenis, golpearía a todo a mí alrededor porque no podía averiguar qué tan lejos estaba la pelota de mi raqueta.
Decidí hacer terapia de visión con herramientas como las gafas prismáticas y la cadena de Brock después de leer el libro de Susan Barry, Fijando Mi Mirada,”Fixing my Gaze”, sobre cómo ella desarrolló la visión binocular a través de la terapia de visión. Muy rápidamente, mi visión cambió.
Podía ver claramente la lluvia a través de una ventana. Antes, sólo sabía que llovía si podía oír la lluvia o si veía un objeto como una cerca fuera que estaba húmeda.
Miraba las cáscaras de naranja con absoluta admiración porque podía ver las hendiduras de la piel de la naranja.
Caminaba por los parques y parecía que las hojas de los árboles se acercaban hacia mí. Estaba viendo la profundidad en movimiento.
Estaba impresionada por este nuevo mundo. Cuando lo describí a mis amigos y familiares, muchos de ellos me miraron como si fuera de otro planeta.
Fui a varios médicos para obtener ayuda con la visión doble, los dolores de cabeza y la fatiga que eran efectos secundarios de la terapia. La mayoría de los profesionales nunca había oído hablar de terapia de la visión, y nunca había conocido a nadie que no pudiera ver en 3D y no podía ayudarme. Me sentí alienada de la mayoría de la gente en mi vida porque ellos no entendían lo que estaba pasando conmigo.
He hablado con médicos neurólogos, oftalmólogos, y optometristas y he aprendido que lamentablemente no aprenden lo que es ver sólo en 2D.
La profesora Margaret Livingstone, una neurobióloga de la Facultad de Medicina de Harvard, habló por la BBC y dijo que no hay grandes deficiencias visuales en las personas que no ven con ambos ojos, citando el ejemplo de su amigo que no veía en 3D. Para su amigo, solo era un problema cuando intentaba enhebrar una aguja. Esa afirmación es terriblemente errónea.
Lo que es importante notar es que hay un espectro de problemas de visión binocular. Algunas personas con un ligero giro ocular tienen más percepción de profundidad que yo, mientras que otras con giros oculares más severos tienen menos percepción de profundidad que yo. No se puede decir que porque la percepción de profundidad limitada de una persona no es un problema para ellos que en general los trastornos de la visión binoculares no sean un obstáculo.
Si son el padre de un niño o niña con un problema de visión binocular, prueben este desafío de emparcharse un ojo para entender cómo su hijo experimenta el mundo. Se sorprenderán. Pueden llorar y estar horrorizados.
Si son uno de esos doctores lo suficientemente honestos para admitir que no tienen idea de lo que es para sus pacientes que no puedan ver en 3D, tomen este desafío de empárcharse un ojo.
Empárchense un ojo. No lo hagan durante la jornada de trabajo para evitar pasar vergüenza, preguntas y accidentes. En casa, empárchense uno de sus ojos para ver en 2D. Algunos de ustedes cerrarán un ojo y verán en 3D. Eso es porque su cerebro está compensando lo que acaban de ver cerrando un ojo. Eventualmente, su cerebro va a dejar de complementar su visión y sólo le mostrará una imagen 2D. Caminen alrededor de su casa. Bajen una escalera. Probablemente comenzarán a chocar con las cosas. Traten de verter el agua de una jarra.
¡No conduzcan con un ojo emparchado! Empárchense un ojo y siéntense como un pasajero en un automóvil cuando alguien más está conduciendo y miren por el espejo retrovisor, miren las ventanas laterales y vean qué tan bien pueden determinar cuán cerca están los automóviles cuando el conductor está convergiendo, cambiando de carril o estacionando.
No jueguen y deténganse después de 15 minutos o después de la primera vez que se topan con algo. Asuman el reto de verdad durante dos semanas. Es necesario simular la percepción de profundidad limitada a varios entornos para realmente sentir empatía con sus pacientes o hijos.
Si Ud es médico, considere las consecuencias legales y éticas de no revelar la verdad.
Va en contra de la ética médica que los médicos no digan a sus pacientes y a las familias de los pacientes que los pacientes son parcialmente ciegos. No ver en 3D es una ceguera parcial. Imagínense lo que es para sus pacientes conducir y estrellarse con el automóvil de sus padres porque literalmente no podían ver los otros automóviles que estaban convergiendo. Los pacientes tienen derecho a saber qué está pasando con sus cuerpos, cerebros y percepción.
Si usted es un profesional médico y no ha informado a sus pacientes con problemas de visión binocular del impacto de su discapacidad oculta, podría ser responsable de una demanda por negligencia médica. Si es un oftalmólogo que no le dijo a sus pacientes con estrábismo que optaron por la cirugía para enderezar sus ojos que hay alternativas no quirúrgicas a la cirugía, los lentes de prisma y la terapia de la visión, usted es responsable de demandas por negligencia médica.
Doctores, ni siquiera pueden preguntar a un paciente, “cómo es su percepción de la profundidad?” Si sus pacientes no tienen algo, no saben lo que les falta a menos que alguien los diga o que el paciente lea sobre el tema. Es como preguntar a una persona ciega a los colores si no siente perderse de ver el color rojo. Si la persona nunca supo que existía el rojo, no sabe que no lo está viendo. El Padre de la Medicina Moderna, el Dr. William Osler dijo: “Escuchen a su paciente, él le está diciendo el diagnóstico.” Ustedes tienen que preguntar a sus pacientes acerca de cómo su visión afecta su vida y hacerles preguntas sobre la lectura, bajar escaleras, coordinación del ojo-mano, deportes y otras actividades que requieren visión binocular.
Hay otra afección de la visión binocular llamada insuficiencia de convergencia. El paciente tiene problemas para converger sus ojos para leer. Ya que la mayoría de las escuelas no investigan los problemas de visión binocular, la insuficiencia de convergencia no se diagnostica en la escuela. El problema es que las personas con esta afección necesitan la ayuda de un terapeuta de la visión y un optometrista especializado en la visión binocular para que puedan leer.
¿Se imaginan lo que sería para su hijo o hija, que ve las palabras moviéndose en la página y no entiende por qué y no sabe que hay algo que anda mal? A veces estos niños se portan mal en clase porque no pueden leer y se sienten frustrados. Se les diagnostica erróneamente como que padecen del trastorno de déficit de atención o trastorno por déficit de atención con hiperactividad y se les administran medicamentos psicotrópicos peligrosos como Adderral y Ritalina que tienen efectos secundarios terribles tales como insomnio y pensamientos suicidas.
Los pediatras o psiquiatras que han prescrito un medicamento como Ritalina a pacientes que realmente tenían insuficiencia de convergencia u otros problemas de visión binocular, también podrían estar sujetos a una demanda por mala práctica médica o negligencia.
Estoy haciendo este video en varios idiomas porque quiero enviar este mensaje a una audiencia lo más amplia posible.
No estoy en contra de la cirugía del estrabismo para enderezar los ojos. Estoy muy contenta de haberme sometida a la cirugía dos veces. Ahora, la gente no me hace miradas extrañas porque que no sabe a cuál ojo mirar al hablar conmigo. Sin embargo, si hubiera sabido que podría haber hecho terapia de la visión y haber usado prismas para enderezar mis ojos y posiblemente crear una cierta percepción de la profundidad sin pasar por el cuchillo, sin los riesgos de la cirugía, podría haber pensado dos veces antes de someterme a la cirugía.
Compilé mi historia en mi libro, La Princesa de un Solo Ojo, One-Eyed Princess, para incrementar la conciencia sobre los problemas de la visión binocular y la terapia.
No estoy aquí para promover la cirugía, los lentes prisma o terapia de la visión. Estoy aquí para promover la educación. La decisión que tomen, si hacer la cirurgia y tener sus ojos enderezados o si usar gafas prisma e intentar la terapia de la visión está en ustedes.
No soy una anomalía. Hay millones de personas que tienen el mismo problema que yo. Hay más personas con problemas de visión binocular que hay médicos que tratan problemas de visión binocular.
Para encontrar un optometrista especializado en visión binocular y para leer más sobre estos temas, consulten la lista de recursos en la descripción del video.
Los invito a hablar porque no están solos. Gracias